La exposición que presenta el CCCB «Big Bang Data» es una magnífica oportunidad para adentrarse en el mundo del Big Data y entrever qué repercusiones tiene y tendrá en un futuro no muy lejano «la explosión de datos» en nuestra sociedad.

Si buscamos una definición en la Wikipedia encontramos que «Big data» es un término aplicado a conjuntos de datos que superan la capacidad del software habitual para ser capturados, gestionados y procesados en un tiempo razonable. Los tamaños del «big data» se hallan constantemente en aumento.

Según aconseja la FundéuMacrodatos e inteligencia de datos son alternativas en español a la voz inglesa big data, que se emplea en el sector de las tecnologías de la información y de la comunicación para aludir a un conjunto de datos que, por su volumen y variedad y por la velocidad a la que necesitan ser procesados, supera las capacidades de los sistemas informáticos habituales.

El término macrodatos es una alternativa válida pues aporta, como big, el significado de ‘grande’; (…) En cuanto a inteligencia de datos —por analogía con inteligencia empresarial—, se trata de otra opción igualmente válida centrada en el concepto que subyace al mundo del big data, donde las ingentes cantidades de información que se manejan pueden generar «inteligencia» (de lo cuantitativo a lo cualitativo) en forma de nuevas estrategias, planteamientos y soluciones empresariales.

La visita a la exposición, que durante cinco meses combina el espacio expositivo con talleres, conferencias, charlas y programas educativos, es un interesante recorrido entre un gran mar de datos, en algunos momentos realmente inquietante. Destacaría uno de los datos: en 2007, el 94% de toda la información del planeta, era información codificada digitalmente.

Me detengo ante la entrada de una de las salas, una montaña de fotos se levanta desde el suelo. Es un buena forma de constatar físicamente la cantidad ingente de fotografías que compartimos a diario en internet, fotos que pasan en cuestión de segundos del ámbito privado al público.

exposición big bang data

Estamos todo el día conectad@s, recibiendo información a través de diferentes dispositivos digitales. Nos movemos entre datos, los generamos, recogemos, reproducimos, compartimos, analizamos. Volcamos en las redes sociales una buena parte de nuestra vida. Siento que estoy viendo solo la punta del iceberg.

Al realizar una búsqueda en Google o a través de Twitter encontramos una gran cantidad de resultados sobre el tema. El fenómeno de los datos masivos empieza a ser una realidad en todos los ámbitos: ciencia, tecnología, cultura, política, economía, sociedad, en cualquier sector susceptible de realizar un análisis de información y de extraer unas conclusiones.

Según nos dicen los expertos, a través de un buen análisis de datos se puede estudiar el comportamiento de las personas y realizar una serie de predicciones, lo que significa nuevas oportunidades de negocio para las empresas, conocer y adelantarse al comportamiento de los consumidores, ofrecerles nuevas propuestas de valor. De ahí que el Big Data haya entrado con fuerza en la toma de decisiones en la empresa, el marketing y la comunicación.

Un ejemplo de la aplicación de los datos derivados de la actividad digital en el ámbito económico es un estudio que vincula Big Data y turismo, para conocer mejor el sector turístico español.

Desde otra perspectiva, el aumento de la participación ciudadana en nuestra sociedad conlleva una nueva cultura crítica en la que se plantea de quién son los datos. Esta nueva cultura defiende los datos abiertos, Open Data, que puedan ser consultados libremente por todo el mundo, buscando una mayor transparencia en nuestra sociedad.

La parte inquietante del tema es que hay muchas preguntas abiertas en relación a la explotación de los datos que volcamos en internet ¿qué cantidad de datos se necesita realmente? ¿quién recoge y analiza los datos? ¿cómo van a ser tratados? ¿qué uso se va a hacer de esos datos? ¿cómo se contempla el derecho a la privacidad? ¿hasta qué punto podremos tener acceso a esos datos?… Si pensamos en empresas, Google sería el caso paradigmático de gran empresa privada en manos de la cual se encuentran una buena parte de nuestros datos. O ¿qué podría pasar, por ejemplo, si una compañía de seguros de vida obtiene nuestro historial médico?

Una reflexión interesante al final de la exposición: el hecho de que podamos entender muchos aspectos de la realidad a través del análisis de datos no implica necesariamente que todo pueda explicarse únicamente a través de los datos. Más allá del datacentrismo, «los datos no pueden darnos toda la verdad», son otra fuente de información. «Los datos no pueden explicar el factor humano».

Y tú, ¿qué opinas de la explosión de datos en nuestra sociedad?

Para conocer más sobre el tema: Big data. La revolución de los datos masivos de Viktor Mayer-Schönberger y Kenneth Cukier